lunes, 9 de mayo de 2011

HISTORIA DE LA ANOREXIA


A lo largo de la historia el sobrepeso ha sido considerado signo de salud, belleza y poder. Quizá porque sólo las clases altas se podían permitir comer suficientemente. En la antigüedad los banquetes donde se comía y bebía con exageración tenían un carácter sagrado y el vómito era un remedio usual para reiniciar la comida (el “vomitorum” de los romanos).
El término anorexia significa literalmente falta de apetito. La restricción alimentaria se ha asociado a lo religioso. Los cristianos y los místicos han practicado el ayuno con frecuencia como penitencia y forma para lograr un estado espiritual más elevado. En este punto es difícil separar lo patológico de lo místico. P. Ej. En el siglo IX un monje de Baviera relata el caso de una joven que tras un periodo de apetito voraz, rechaza todos los alimentos y vomita los lácteos que ingiere y al poco tiempo deja de comer por completo. Es llevada al Santuario de Santa Walpurgis donde es curado onjas seguidoras de San Jerónimo se imponían un ayuno voluntario hasta estar demasiado delgadamilagrosamente.
Desde la Edad Media existen antecedentes sobre la anorexia, ya que las ms y perder la menstruación. La princesa Margarita de Hungría que murió de inanición intencionada. Una monja carmelita que solo comió hostia de la Eucaristía por 7 años.
Quizá la más famosa anoréxica de la historia sea Santa Catalina de Siena, nacida en 1347. A los 7 años comienza a rechazar la comida y en la adolescencia sólo se alimente de hierbas y pan. Ingresó en la orden de las Dominicas y fue consejera del Papa Gregorio XI en Avignon. Al sentirse fracasada en sus intentos de unificación del papado deja de alimentarse y muere. Existen otros relatos de historias que no tienen motivaciones religiosas. P. Ej. Avicena en el siglo XI relata el caso del príncipe Hamadham que se estaba muriendo por no comer, preso de una gran melancolía. Esta parece ser la primera referencia a un caso de anorexia en un contexto médico, aunque sea secundaria a un cuadro depresivo.
Sin embargo, las primeras referencias descritas en términos médicos aparecen en el siglo XVI. En esta época comienzan a aparecer datos sobre personas que presentan inanición, sus conductas restrictivas con la alimentación son vistas como anómalas, socialmente alteradas y sin justificación religiosa. Uno de los primeros casos es el recogido por Mexio en 1613. Mexio en “The treasurie of Auncient and Moderne Times” cita el caso de Jane Balan de 14 años, de la que se decía que había estado 3 años sin comer ni beber. Durante este tiempo no menstruo, orinó ni defecó. El cuadro empezó en 1599 tras un periodo febril con vómitos, a continuación aparece un estado de mudez, y más adelante un episodio delirante, hay parálisis de los miembros y no consiguen hacerla comer. Seis meses más tarde recupera el juicio pero sigue sin querer comer.
En 1667 Marthe Taylor presenta un cuadro de inanición autoprovocado. El cuadro se inicia a los 11 años cuando presenta una parálisis tras una caída. La parálisis se repite más tarde acompañada de melancolía y delirios. Se recupera y presenta una tos que le impide dormir y pasa las noches leyendo las Sagradas Escrituras. Presenta amenorrea, restringe la alimentación y vomita lo poco que come. Sobrevive un año con bebidas azucaradas y durante todo ese tiempo, la paciente no orinó ni defecó.
En 1689 aparece el libro de Richard Morton “Phthisiologia, seu Exercitaciones de Phthisis”. El autor describe por primera vez el cuadro clínico de la anorexia nerviosa. Morton narra el caso de una paciente que afirma no tener apetito y sí gran energía. A los dos años de iniciarse el trastorno la paciente presenta un alto grado de caquexia, la actividad física e intelectual es intensa, carece de conciencia de enfermedad y no padece enfermedad física que justifique el cuadro. Abandona el tratamiento y muere a los tres meses. En los 200 años siguientes aparecen frecuentes referencias a cuadros anoréxicos que se catalogan como atrofia nerviosa o delirio hipocondríaco.
En 1873 Gull en Londres y Lasségue en París hacen descripciones de cuadros anoréxicos y hablan de la histeria como causa del trastorno y la denominan anorexia histérica. Gull ya en esta época descartó la presencia de enfermedad orgánica que justificase la anorexia.

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